¿Por qué el mundo necesita a Superman?

ElAvance | 21 junio 2025

Carlos Pérez Tejada

Enviado desde los cielos a la Tierra, todopoderoso, quien vino a salvar a la humanidad. ¿Te suena familiar? Sí, ese es Superman. Creado por Jerry Siegel y Joe Shuster en 1938, rápidamente se convirtió en un ícono de la cultura popular y en el ejemplo moral ideal, representando una aspiración casi imposible del ser humano.

Superman fue un referente y una meta para la humanidad por sus poderes extraordinarios: volar, superfuerza, supervelocidad y un gran carisma. Desde el aspecto moral, representaba valores como la honestidad, responsabilidad, tolerancia, perseverancia, solidaridad, ética y empatía.

Superman, o Kal-El, nombre otorgado por sus padres en su planeta Krypton, simbolizaba lo mejor a lo que puede aspirar el ser humano. Mientras tanto, su disfraz, su alter ego Clark Kent, era su intento de integrarse en nuestra sociedad y comprender la complejidad, incoherencias y errores humanos.

La era digital actual ha sacado a flote algunos de los antivalores más negativos, despiadados y crueles de la humanidad, manifestados en la búsqueda desesperada de adulación, atención y reconocimiento superficial, disfrazados en likes, vistas y comentarios. Además, hemos elevado la conversación y el debate hacia temas banales que no contribuyen a resolver los verdaderos problemas sociales.

En medio del constante bombardeo de información y desinformación, y del surgimiento frecuente de personajes efímeros en el mundo digital que buscan acaparar atención, nos faltan figuras ejemplares que inspiren y guíen con valores auténticos y moralidad positiva hacia futuras generaciones.

Dentro de todas las instituciones, la Iglesia ha ofrecido tradicionalmente una figura moral que guía en el amor y la compasión. Sin embargo, su crisis interna y la pérdida de reputación, sumada al acceso masivo de información y desinformación, han reducido significativamente la atención hacia su mensaje.

A lo largo de la historia, la humanidad ha tenido figuras destacadas que han servido para unir, liderar, guiar y ofrecer referentes morales. Sócrates (470-399 a.C.) con sus cuestionamientos éticos y búsqueda de la verdad; Confucio (551-479 a.C.), quien promovió el respeto, la benevolencia y la armonía social; Buda (siglo V a.C.), cuyas enseñanzas se basaban en el desapego y la compasión; Jesús de Nazaret (siglo I), figura central del cristianismo, quien predicó el amor al prójimo, el perdón y la humildad.

Otros líderes como Mahoma (570-632), Santa Teresa de Calcuta (1910-1997), Gandhi (1869-1948), Martin Luther King Jr. (1929-1968) y Nelson Mandela (1918-2013) también promovieron discursos de unidad y valores morales esenciales para una mejor convivencia social.

En estos tiempos modernos, en los cuales el acceso a la información y el poder de los medios se han democratizado, permitiéndonos participar activamente en los debates globales, necesitamos centrarnos en lo realmente importante, en lo que une a la humanidad, y dejar atrás las discusiones banales y superficiales. Debemos buscar entretenimiento sin perder de vista los asuntos que realmente nos hacen mejores.

Hoy, esta generación, y la humanidad en general, necesita a Superman.