La democracia colombiana, herida

ElAvance | 10 junio 2025

Edgar Raffa

El pasado fin de semana parecía tranquilo en Bogotá, capital de Colombia, pero el sonido de varios disparos rompieron con esa calma. Un atentado contra la vida del aspirante presidencial Miguel Uribe Turbay conmocionó al mundo político y a la sociedad colombiana. Al mismo tiempo, desató el temor de regresar al oscuro pasado de la violencia política en la nación sudamericana.

Uribe Turbay, de 39 años, es aspirante presidencial por partido opositor Centro Democrático, fundado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez. El también senador es el preferido en los sondeos de la interna de su partido para alzarse con la candidatura por su organización y ha sido una de las voces opositoras más relevantes contra el gobierno de Petro.

Este tipo de acciones, que han ensombrecido a Colombia y que se creían superadas, jamás deben repetirse en un sistema democrático. La lucha por el fortalecimiento y la unidad de este país debe ser hoy más imperiosa que nunca.

El rechazo a la violencia debe ser unánime y sin justificaciones. De ello deben tomar nota el presidente Petro y sus correligionarios, pues el pueblo colombiano no merece falta de empatía ni excusas en situaciones como esta. También hay que bajar el tono de la conversación en redes sociales, que ha polarizado a la población y creado un ambiente de tensión.

En esta ocasión fue Miguel Uribe, pero mañana podría ser otro. Eso es lo que hay que evitar a toda costa que el fantasma de la violencia contra políticos regrese.

En este vaivén, se impone la solidaridad y la paz con Colombia. Es momento de conciliar, no de dividir. No se debe incitar al odio ni a la descalificación. Hoy la democracia colombiana está herida, y espero que pueda salir fortalecida de este difícil proceso.