"La Venecia del Caribe"

Max Herrera | 16 mayo 2025

Cuando Colón llegó a colonizar la isla, quizá debió llamarla "Venecia" en lugar de "La Española". Cada vez que cae un aguacero significativo, las urbes de Quisqueya emulan los canales de la ciudad costera italiana: avenidas que desaparecen bajo el agua, vehículos que flotan como si fueran botes a la deriva, grandes tapones y en general, un desorden.

Las autoridades han hecho esfuerzos para mitigar esta problemática heredada, que ha crecido al mismo ritmo que las urbes del país; pero aún se puede hacer más desde el sector estatal, pero sobre todo se deben tomar acciones desde la ciudadanía. Uno de los problemas más visibles en esta situación, es la acumulación de basura que se bota en las calles: plásticos, bolsas, restos de construcción y otros desperdicios terminan bloqueando imbornales y cañadas. Y cuando llueve, esos desechos contribuyen directamente a las inundaciones, por la saturación del alcantarillado.

Dialogando con algunos ingenieros conocedores del área, se explica que la ciudad "ha crecido demasiado para su propio bien", y que parte del problema de raíz radica en ese crecimiento desordenado. Muchas de las infraestructuras actuales no están preparadas para el volumen de agua que hoy cae en cortos períodos y que provoca que se desborde.

Cada vez que cae un aguacero fuerte en Santo Domingo y otras ciudades del país, muchas calles terminan anegadas y la movilidad se paraliza. La capital no puede seguir convirtiéndose en una ciudad paralizada cada vez que el cielo se nubla.

Hoy, las autoridades enfrentan un desafío que se ha venido gestando por décadas, y que la ciudadanía espera continúen tomando las acciones correctas para solucionarlo.