Gravamen del 5 % a remesas desde EE.UU. tendría impacto negativo en la economía dominicana

Max Herrera | 16 mayo 2025

Santo Domingo.- Una propuesta legislativa impulsada por legisladores republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos plantea la imposición de un gravamen del 5 % sobre las remesas enviadas desde ese país por personas no ciudadanas. El proyecto, respaldado por el presidente Donald Trump como parte de su agenda migratoria, tendría consecuencias directas para economías altamente dependientes de estos flujos, como la de República Dominicana.

En 2024, República Dominicana recibió US$10,756 millones en remesas, de los cuales el 80.3 % (US$8,637.1 millones) provino de Estados Unidos, según estadísticas oficiales. Si la propuesta se aprueba, se estima que el Gobierno estadounidense recaudaría alrededor de US$431.9 millones anuales provenientes de remesas dominicanas, reduciendo directamente los ingresos disponibles para millones de hogares en el país.

El peso de las remesas sobre la economía dominicana es considerable. Representaron un 8 % del Producto Interno Bruto (PIB) en 2024, y siendo una fuente clave de estabilidad macroeconómica, consumo doméstico y financiamiento familiar. Una reducción de esta magnitud en los ingresos netos por remesas tendría efectos contractivos sobre el gasto interno, la recaudación impositiva y, eventualmente, sobre el crecimiento económico.

Desde el punto de vista fiscal y financiero, el gravamen propuesto generaría una triple carga tributaria: primero, al momento de generar el ingreso en EE.UU.; segundo, mediante el impuesto sobre la remesa; y tercero, en República Dominicana al ser utilizado para consumo, el cual está sujeto al ITBIS y otros gravámenes. Esto reduciría la eficiencia del sistema y aumentaría los incentivos para el uso de canales informales de envío de dinero, lo que afectaría la trazabilidad y la regulación del flujo de divisas.

Además, la aplicación de este tipo de medidas podría enviar señales negativas a los mercados sobre la estabilidad de los ingresos externos dominicanos, comprometiendo la percepción de riesgo país y afectando el costo de financiamiento soberano. Dado que gran parte de las remesas se destinan a consumo básico, salud, educación y vivienda, la medida también tendría un impacto social significativo, especialmente en los sectores más vulnerables.

México, que en 2024 recibió más de US$60,000 millones en remesas, ya ha expresado su oposición institucional a la propuesta, tanto desde el Poder Ejecutivo como el Legislativo. Expertos anticipan que otras naciones latinoamericanas seguirán esa línea para evitar impactos negativos similares en sus economías.