¿Quién será el próximo papa?: este miércoles arranca el cónclave para elegir al nuevo líder de más de 1,300 millones de católicos

ElAvance | 07 mayo 2025

Ciudad del Vaticano.-Este miércoles 7 de mayo, en el corazón del Vaticano, se pondrá en marcha el cónclave destinado a elegir al próximo líder de la Iglesia católica. El proceso se lleva a cabo en la emblemática Capilla Sixtina, bajo estrictas medidas de aislamiento que buscan garantizar el secreto absoluto de las deliberaciones.

Solo los cardenales menores de 80 años están autorizados a participar en la votación. Antes del inicio formal del cónclave, el Colegio Cardenalicio se reúne en congregaciones generales para reflexionar sobre el rumbo de la Iglesia. Luego, ya dentro de la Capilla, los prelados hacen un juramento de confidencialidad y se inician las rondas de votación.

De los 252 cardenales que componen el Colegio, se esperaba inicialmente la participación de 135 electores. Sin embargo, dos de ellos se vieron imposibilitados de asistir por razones de salud, reduciendo la cifra final a 133 cardenales con derecho a voto. De ellos, 108 fueron nombrados por el papa Francisco.

La distribución geográfica de los electores muestra la universalidad de la Iglesia: 53 provienen de Europa, 16 de América del Norte, 4 de América Central, 17 de América del Sur, 23 de Asia, 18 de África y 4 de Oceanía. El cardenal más joven es Mikola Bychok, de origen ucraniano y nacionalidad australiana, con 45 años; el más veterano, el español Carlos Osoro Sierra, tiene 79.

Aunque el límite de 120 cardenales electores fue fijado en 1975 por el papa Pablo VI, esta será la primera vez que participen 133 en un cónclave.

El inicio del proceso

La jornada arranca con la misa Pro Eligendo Pontifice, que da paso al aislamiento formal de los cardenales. Tras la frase ritual Extra omnes ("Todos fuera"), los purpurados permanecen encerrados en la Capilla Sixtina. Allí, se eligen al azar nueve cardenales que supervisarán la votación: tres actúan como escrutadores, tres recogen los votos y los últimos tres los revisan cuidadosamente.

Para que un candidato sea elegido Papa, debe recibir al menos dos tercios de los votos. Tras cada votación, las papeletas se queman: si el humo que se eleva por la chimenea es negro, significa que no se ha alcanzado un consenso; si es blanco, los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro sabrán que la Iglesia tiene un nuevo Pontífice.

En la primera jornada solo se realiza una votación por la tarde. A partir del segundo día, se celebran dos en la mañana y dos por la tarde. Si tras 34 rondas no se ha logrado elegir un Papa, solo los dos candidatos con más votos pasarán a la siguiente fase, donde se determinará al nuevo líder espiritual.

Cuando un cardenal alcanza la mayoría requerida, se le pregunta si acepta el pontificado. Si responde afirmativamente, elige su nombre papal, se viste con la sotana blanca y se realiza la fumata blanca anunciando su elección.

El cónclave más largo de la historia

La historia del cónclave también recuerda episodios extraordinarios. El más extenso se prolongó por 33 meses, entre 1268 y 1271, cuando se eligió a Gregorio X. Aquel proceso tuvo lugar en Viterbo, Italia, y estuvo marcado por intensas divisiones entre facciones cardenalicias.

Según el Archivo Apostólico, la desesperación de los ciudadanos por la falta de acuerdo llevó a medidas extremas: encerraron a los cardenales en el palacio papal, les quitaron el techo y redujeron su alimentación. La presión dio resultado, y finalmente, con solo 16 cardenales restantes, se llegó a un consenso.

Fue esta experiencia la que impulsó a Gregorio X a reformar el procedimiento electoral, instaurando formalmente el uso del término cónclave, que significa “con llave”, y que alude al encierro obligatorio de los electores hasta llegar a una decisión.