Saona y el proyecto de energía renovable de US$10 MM que transformó la vida de cientos de saonenses

Martin Severino | 23 abril 2025

CEB planea desarrollar proyectos como estos en otras islas en el futuro.

La Altagracia. – Luego de un proyecto trascendental, desarrollado por la Compañía de Electricidad de Bayahíbe (CEB), y puesto en ejecución en diciembre de 2023, los poco más de 600 residentes de la paradisíaca isla Saona, ubicada frente a las costas de la provincia La Altagracia y que pertenece al parque nacional Cotubanamá, vieron sus vidas transformadas de una manera mágica.

Con un costo de 10 millones de dólares, el proyecto desarrollado por CEB, una compañía subsidiaria del Consorcio Energético Punta Cana–Macao (CEPM), que tiene más de tres décadas generando, distribuyendo y comercializando electricidad, puso en marcha una iniciativa que, más allá del impacto tecnológico, ha representado en la vida de los residentes un cambio de “el cielo a la tierra”.

Para Oscar San Martín, gerente general de CEB, el hecho de que la compañía haya instalado en Saona una red inteligente de módulos en distintos puntos del área habitable, y que se haya corregido y mejorado la infraestructura eléctrica de más de 120 casas, negocios y locales comerciales para garantizar el suministro eléctrico, son cosas pequeñas ante lo que ha significado para esas personas contar con energía 24 horas, 7 días a la semana.

En una entrevista concedida a El Avance, San Martín explicó que fueron muchos los intentos que se pusieron en marcha para dotar de energía eléctrica a la isla Saona, pero que ninguno representó la solución anhelada por sus residentes. No fue hasta una visita encabezada por el presidente y CEO de la empresa, Rolando González, que se dieron cuenta de la realidad de Saona. Fue entonces cuando decidieron poner en marcha un plan para mejorar esa situación, ya que entendían que la imagen que se llevaban los turistas tras visitar la isla no correspondía con la realidad del país.

“Dijimos, bueno, vamos a construir algo que sea, en primer lugar, totalmente verde, para que la isla Saona se destaque y se cree un nuevo modelo energético. Entonces, decidimos diseñar un proyecto pionero porque la isla Saona tiene un sistema donde el 100 % de su energía es renovable. Este se compone de 1,800 paneles solares y cinco megavatios hora de almacenamiento en batería”, indicó el ejecutivo.

Manifestó que, más allá de perseguir algún beneficio instantáneo por parte del Estado, el objetivo principal de esta iniciativa responde a la vocación y responsabilidad social de la empresa, para mejorar la vida de las personas.

San Martín expresa que su gran satisfacción con este proyecto es ver en los ojos de los residentes de Saona un sueño cumplido. A pesar de que cuando la empresa inició los trabajos, los residentes no creían que la electricidad llegaría a sus hogares, hoy en día se manifiestan más que agradecidos con CEMP por la iniciativa.

Dice que, de manera personal, fue impactante para él escuchar de los niños, previo a la conexión eléctrica, cuáles serían las primeras cosas que harían al llegar la luz a la isla. Ser testigo de las emotivas e inocentes declaraciones como “tomar agua fría”, “que podamos tener un abanico en la casa para que no nos piquen los mosquitos” y “que podamos hacer las tareas sin vela”, sin duda transformaron su pensamiento sobre esa realidad.

Pero más allá de lo que puede explicar el alto ejecutivo de CEPM, el viaje a través de una embarcación por cerca de 45 minutos sobre las aguas que se pintan de color turquesa en la costa de La Altagracia deslumbra a quienes se dirigen a la comunidad de Mano Juan, el principal punto de acceso a la isla. Solo estando allí se puede evidenciar cómo el trabajo hecho por esta compañía ha ayudado a que el dinamismo económico, motorizado por el continuo flujo de turistas que llegan diariamente a ese destino, se haya disparado aún más como parte de los beneficios que simbolizó la electrificación de ese archipiélago.

Al conversar con los residentes de Saona, estos expresaron lo que ha significado para sus vidas que la isla haya pasado de ser, en horas de la noche, otro punto más en la oscuridad, a un faro que alumbra y llama la atención.

En el caso de Cristina Pérez, hija de la primera persona que nació en la isla, y que heredó un negocio de venta de artículos de artesanía de su madre, indicó que, debido a la ignorancia de muchos de los residentes, vivían una falsa felicidad, pero que conforme a que las necesidades fueron avanzando, se dieron cuenta de que necesitaban más cosas de las que en ese momento tenían.

“Nos aluzábamos con velas, con lámparas, y empezamos a entender que el costo de eso era más alto”, relata Pérez, mientras recuerda las dificultades que atravesaban para conseguir productos tan básicos como el hielo, el cual salía bastante caro.

La comerciante, que se siente orgullosa de haber nacido en Saona y agradecida con CEPM por el trabajo realizado para llevar la energía allí, afirma que el cambio ha sido como haber vivido con los ojos cerrados y luego abrirlos después de un tiempo. Lo único que lamenta es que su madre no pudo disfrutar de las bondades de las que hoy gozan gracias al servicio eléctrico.

“Ese era su sueño, y lamentablemente, dos años antes de poner la luz, ella falleció. Mi mamá siempre soñaba, ella decía que el día que pongan la luz, que podamos dormir tranquilos con un abanico, seré feliz”, narró la mujer, mientras describía con brillo en sus ojos la satisfacción que habría representado para su madre ver a Saona con luz.

Otro que nos contó sobre el cambio que experimentó la isla luego de ser electrificada fue Don Félix Cordero, quien dijo que el proyecto de CEPM ha llevado al desarrollo de esa comunidad y que el cambio ha sido del 100 %, y que ese desarrollo y ese impacto se han extendido a todos los que viven allí.

“Sabes que la luz eléctrica es lo que mueve la economía y lo que hace que llegue el desarrollo a todo el mundo”, expresó Don Félix, quien dijo que este cambio se podría definir con la palabra “desarrollo y salud”.

La comunidad, que también cuenta con un pequeño centro de salud, un puesto de la Armada de la República Dominicana (ARD) y un centro escolar multigrado, facilita el desarrollo de la vida en sociedad, permitiendo que las instituciones prioritarias estén disponibles.

La directora del referido centro escolar, Irina Pereira, calificó de importante el trabajo que ha hecho la empresa y cómo, en la actualidad, el hecho de que en la escuela haya energía eléctrica ha cambiado la manera y la forma de enseñanza a los más pequeños, ya que ahora pueden usar recursos tecnológicos en el proceso de enseñanza.

Pereira destacó que ahora pueden usar las computadoras, las tabletas, las pantallas inteligentes de las aulas, y, sobre todo, poder refrigerar el desayuno escolar que les llega, estando así acorde con el modelo de enseñanza que se desarrolla en otros puntos del país.

De su lado, Rafael Carpio, quien funge como representante de esa comunidad, dijo que el proyecto de CEPM en Saona es una bendición y que, con esas operaciones, ese destino ha pasado a ser una de las islas más completas de todo el Caribe, ya que hoy en día pueden brindar servicios que, en el pasado, parecían solo un sueño debido a la escasez del servicio eléctrico.

“Yo no quiero salir de aquí, yo voy a Romana cuando voy a comprar algo, y de inmediato quiero regresar aquí. Tengo mi aire acondicionado y mi playa hermosa”, manifestó Carpio, describiendo lo feliz que se siente con lo que está sucediendo en Saona, mientras relataba parte de sus funciones en el cargo que desempeña.

“La isla se ha engrandecido más. Personas que tenían su casa aquí y vivían fuera por cuestiones de salud y porque no había luz, no querían venir, y realmente hay más trabajo, más proyectos y ha sido una bendición”, aseguró Carpio.

Otras residentes de Saona, como Altagracia Reynoso y Claudia María de la Rosa, quienes se dedican a la actividad comercial, describen el paradisíaco lugar como un espacio donde se puede vivir tranquilo y que ahora es más idóneo para vivir, después de que CEPM hizo posible que tuvieran acceso a la energía eléctrica.

Definen como excelente el hecho de que hoy puedan contar con energía y que sus negocios se hayan dinamizado, a la vez que indicaron que ya los tiempos de “aguantar calor y ser picados por mosquitos” quedan en el pasado.

Dicen que tener energía ha simbolizado un gran paso para la comunidad y los comercios, y que no tienen palabras para manifestar lo agradecidos que están con el presidente de CEPM, Rolando González, y por la intervención milagrosa que, a través de él, su empresa y todos sus colaboradores hicieron posible.

Por otro lado, algunos colaboradores que trabajan en el parque eléctrico de CEPM expresaron su testimonio sobre el impacto que ha tenido en la vida de los residentes de allí luego del proceso de electrificación y cómo ellos han sido parte de una experiencia tan transformadora como la que ha vivido la isla y sus más de 600 residentes.

Dicen que el impacto ha sido muy positivo y que las operaciones de CEPM allí han sido respaldadas por toda la comunidad, y que la diferencia es notoria en el servicio de paneles que tenían antes, que era totalmente limitado, frente al que ahora poseen, que opera 24 horas al día sin ningún inconveniente.

CEB trabaja para la eliminación del plástico como parte de Saona Sostenible

Recientemente, la Compañía de Electricidad de Bayahíbe (CEB) respaldó la resolución impulsada por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MIMARENA) para dar inicio al proceso de eliminación del plástico de un solo uso en las islas Saona y Catalina, medida que forma parte de los esfuerzos por promover la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente, y que representa un paso clave en la conservación de este importante destino turístico.

CEB ya ha comenzado a implementar diversas acciones que favorecen la sostenibilidad en la isla, como la promoción de la movilidad eléctrica, la accesibilidad a agua potable, la capacitación a los emprendimientos locales en prácticas sostenibles y la gestión responsable de los residuos.

Con estas iniciativas, los pescadores de la comunidad podrán contar pronto con lanchas eléctricas, lo que representa una mejora significativa en la sostenibilidad de la actividad pesquera local. También se busca que los proyectos de cultivo hidropónico y la producción de miel, que ya están siendo desarrollados junto a los residentes de la isla, tengan un gran avance.

Saona Sostenible es una iniciativa del Ministerio de Medio Ambiente que involucra a diversas instituciones públicas y privadas, con la colaboración activa de CEB, y cuyo objetivo es garantizar que tanto los residentes como los más de un millón de turistas que visitan la isla anualmente puedan disfrutar de un entorno limpio, seguro y respetuoso con el medio ambiente.

En pro de continuar contribuyendo al desarrollo y al mejoramiento de la vida de los residentes de la Isla Saona, CEPM está trabajando en un proyecto de desalinización del agua para ayudar a que las personas dejen de invertir grandes sumas de dinero en agua potable, ya que actualmente, en un galón de agua, invierten 4 dólares.

Junto a estas mejoras, también viabilizaron la llegada del internet a la isla para las instituciones de primera mano que necesitan la conexión para cualquier emergencia que pueda presentarse. Además, estas iniciativas planean extenderse a otras islas como parte de la responsabilidad social de la privilegiada empresa.

El proyecto CEB, desarrollado a través de CEPM, ha marcado un antes y un después para la comunidad, transformando la vida de los residentes y dinamizando su economía. La implementación de energía renovable 100% en la isla no solo ha mejorado las condiciones de vida, sino que también ha generado un impacto positivo en el desarrollo social y económico, desde el acceso a energía eléctrica hasta el impulso de la educación y el comercio local.

Esta iniciativa refleja el compromiso de esta empresa con la sostenibilidad y la responsabilidad social, no solo en Saona, sino con proyectos en marcha que buscan replicar este modelo en otras islas del país.

Con la electrificación de Saona, la isla no solo se ha iluminado físicamente, sino que también se ha iluminado con oportunidades de crecimiento y bienestar para sus habitantes, mientras se asegura su preservación como un destino turístico ecológicamente responsable. Con proyectos de desalinización, la eliminación del plástico y el impulso a la movilidad eléctrica, CEB está liderando el camino hacia un futuro más verde y próspero para las generaciones futuras.