El Avance Media propone comunicación entre ambulancias y la DIGESETT para agilizar atención a emergencias

Victor Herasme | 11 marzo 2025

El paso de ambulancias por las diferentes vías de las principales ciudades de la República Dominicana, en ocasiones, se ve trastornado por diversas situaciones. Al momento de dirigirse a su destino para atender una emergencia o en el mismo instante de trasladar a un paciente que podría estar presentando una situación delicada y urgente de salud, se encuentran obstáculos de todo tipo.

En algunos casos, para los conductores de las unidades de ambulancia, el trayecto por el cual deben desplazarse resulta muy complejo. Esto responde al caótico tránsito y, muchas veces, a la falta de conciencia de la población para dar paso a estos vehículos de primera respuesta.

Como una forma de que las personas reconozcan la importancia de que las ambulancias no deben detenerse mientras están brindando asistencia, las instituciones que trabajan con este tema han insistido en la necesidad de crear conciencia entre la ciudadanía. Para ello, se han realizado campañas publicitarias con el objetivo de lograr este cambio de comportamiento social en algún momento. Sin embargo, hasta ahora es común ver unidades detenidas en un tapón, un elevado o un túnel, sin poder avanzar.

Y es que, hasta el momento, no se cuenta con un protocolo de comunicación que permita a estos conductores informar a una base cuando se encuentren en una situación que les impida continuar su ruta, lo que muchas veces representa la diferencia entre la vida y la muerte de una persona.

Las recomendaciones de El Avance

Ante este panorama, El Avance Media propone algunas alternativas que pudieran contribuir a agilizar la circulación de las ambulancias al momento de atender un evento, entre estas:

Establecer un mecanismo de comunicación directa a fin de que el personal que se traslada en una ambulancia asignada por la Dirección de Atención a Emergencias Extrahospitalarias (DAE), luego de recibir la notificación del 9-1-1, pueda informar sobre su trayectoria al organismo encargado de dirigir el tránsito para que sus agentes agilicen la circulación vehicular en ese trayecto.

La realización de acuerdos interinstitucionales con entidades del Estado que, de alguna manera, trabajan en esta dirección. Por ejemplo, la Dirección General de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESSET), el Ministerio de Obras Públicas (MOPC), el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) e incluso instituciones privadas podrían colaborar en términos generales con la iniciativa que debe encabezar el Sistema Nacional de Emergencias 9-1-1.

Asimismo, proponemos la realización de campañas publicitarias visuales y auditivas de forma permanente que abarquen más allá de los medios de comunicación tradicionales, que integren a la población para sensibilizarlos sobre el tema.

Además, llevar orientaciones a las escuelas y colegios para que, desde temprana edad, se eduque en este sentido.

Igualmente, sería conveniente llevar operativos de concientización a los barrios a través de las organizaciones sociales, deportivas y culturales.

En los lugares en donde sea posible establecer un carril exclusivo para el paso de estos vehículos, como se hace en otros países en los cuales no se presentan estas situaciones. En este punto, se debe recordar que algunas avenidas tienen la denominada ciclovía y estos espacios, hasta la fecha, no han cumplido el objetivo para el que fueron creados, por lo que se podrían utilizar para los fines propuestos por El Avance.

Mientras la situación permanezca como hasta el momento, en donde los agentes solo agilizan el tránsito si escuchan la sirena del vehículo de asistencia, la búsqueda o el traslado de una persona en una situación delicada de salud seguirá demorándose, y perder tiempo en estas circunstancias puede concluir con un resultado lamentable.

Fomentar la cultura de respeto

En conclusión, hasta que no se aborden adecuadamente la cultura de respeto al paso de las ambulancias, los esfuerzos realizados por las diferentes instituciones para mejorar el servicio de emergencia se verán comprometidos.

La falta de una respuesta oportuna y de calidad en momentos de urgencia no solo pone en riesgo la salud de las personas, sino que también perpetúa una cultura desconsiderada y falta de empatía hacia quienes más lo necesitan.

En situaciones en las que la vida humana debe ser prioritaria, el tránsito no debería convertirse en un obstáculo, sino en una vía para salvar vidas.

Es imperativo que tanto las autoridades como la sociedad en general tomen conciencia de este problema, ya que una mejora en el flujo del tránsito y el respeto por los vehículos de emergencia podría marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

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