Venezuela, un destino obvio

ElAvance | 17 enero 2025

Por Edgar Raffa

El pasado 10 de enero el régimen de Nicolás Maduro consiguió lo que era obvio ya hace varios meses, mantener el poder mediante la fuerza y la opresión, continuando al mando del país sudamericano por un tercer período consecutivo.

Es doloroso, pero las condiciones para que Edmundo González pudiese intentar asumir el mando de Venezuela se vieron truncadas desde el 28 de julio de 2024, tras el chavismo autoproclamarse vencedor de un proceso electoral que a leguas se veía viciado.

Ahora más que nunca, el chavismo parece monolíticamente unificado y la oposición, en su mayoría presa, perseguida o exiliada, luce sin una orientación clara de cuáles serán sus próximos pasos para recuperar la democracia venezolana.

En regímenes autoritarios es difícil conseguir el poder mediante procesos electorales y es lo que se evidenció allí.

Ahora le queda a la oposición venezolana replantearse sus objetivos frente a la imposibilidad de González para asumir el poder y con el riesgo de no convertirlo en un Guaidó 2.0. Además, los venezolanos que quedan en esa nación no parecen estar motivados como en el 2014 a enfrentar al régimen de manera frontal.

Otra cosa que ha ayudado a fortalecer al chavismo es su salida del país de la crisis económica que estaba atravesando, pese a que aún la inflación es alta, la situación es mucho mejor que al principio de los 12 años de madurismo. La economía ha crecido, la escasez terminó, las actividades económicas se han reanudado y algunos venezolanos que salieron del país regresaron nuevamente.

La lucha para que la democracia vuelva a Venezuela es una tarea pendiente que debe llegar hasta el final, pero por ahora parece que ser incierto el camino hasta ese umbral.