El turista, las playas y la modernización fiscal

Por el Siberiano

En un país donde las playas del este han sido siempre la joya de la corona, el turista decidió desviarse del camino habitual. El sol radiante y las arenas blancas de Punta Cana no lo atrajeron esta vez. Prefirió pasear por las calles empedradas de la Zona Colonial, buscando más que un simple respiro.

Buscaba una experiencia diferente, una transformación, algo que reflejara una nueva forma de ver el país. Así como el turista, la República Dominicana estuvo en medio de un proceso de revalorización interna, donde la modernización fiscal que fue impulsada por el presidente Luis Abinader emergió como un verdadero tesoro por descubrir.

Sin embargo, en esta ocasión, la ausencia en la defensa de un proyecto tan vital como la modernización fiscal se siente como una invitación a reconsiderar qué es realmente lo importante. No es el glamour ni el carisma personal lo que impulsará a la nación, sino las políticas que generen cambios estructurales.

La modernización fiscal, fue vista como un concepto técnico y complicado, es en realidad el motor silencioso que puede redefinir las oportunidades del país. Pero ¿quién lo defiende? Mientras algunos "presidenciables" prefieren mantenerse al margen, como si las reformas fiscales fueran el mar turbio que no quieren cruzar, otros optan por ignorar que este proceso es esencial para la estabilidad futura del país.

Es en este contexto el turista cobra más sentido: no se trata solo de escapar del bullicio o de optar por una experiencia distinta. Es un llamado a mirar de cerca el verdadero valor del patrimonio, ya no en las playas conocidas, sino en las estructuras que sostienen la identidad y el progreso.

Pasear por la Zona Colonial y ver historia, tradición, y también potencial de crecimiento. Lo que una vez fue el corazón de la civilización en el Nuevo Mundo hoy puede ser el símbolo de una República Dominicana que se ha transformado. Las calles que antes vieron el esplendor, ahora son testigos de una nación que se enfrenta a sus propios desafíos internos.

Luis Abinader, en su esfuerzo por impulsar la modernización fiscal, apostó por fortalecer estas bases invisibles que son el verdadero sustento del país.

Con esto los invito a reflexionar sobre la responsabilidad ciudadana. Si el viajero elige redescubrir la esencia del país en lugares que siempre estuvieron allí pero a veces fueron ignorados, ¿no es también nuestro deber como ciudadanos buscar más allá de lo evidente? Las playas del este, con toda su belleza, simbolizan la superficialidad de las promesas fáciles. La Zona Colonial, en cambio, es un recordatorio de que lo que vale la pena requiere esfuerzo, renovación y, sobre todo, una visión clara del futuro.

Las playas pueden seguir siendo un paraíso, pero el verdadero cambio estructural, el que sostiene la economía y mejora la vida de los ciudadanos, está en las decisiones que tomamos hoy para asegurar un mañana más fuerte y equitativo. La modernización fiscal fue, sin duda, un camino que no pudo ser transitado, pero era el que realmente valía la pena recorrer.