Cordillera submarina Beata y el decreto

Por Tony Pérez

Reviste gran importancia la emisión del Decreto 194-24 que declara santuario marino a la cordillera submarina Beata, desde la estratégica isla perteneciente a Pedernales y la costa de Punta Prieta en Barahona, en nuestro litoral sudoeste, hasta la costa de la guajira colombiana, con una superficie de 54,795 km2.

Pero no basta con la declaratoria de santuario y el cumplimiento de la prescripción de acuerdos internacionales para alcanzar el objetivo de 30% de áreas protegidas terrestres y marinas a nivel global.

A partir de esta ordenanza debería aparecer personal, recursos tecnológicos y económicos para gestionar de una vez y por todas, de manera sostenida, aquel segmento riquísimo en biodiversidad de nuestro mar Caribe a expensas de la pesca criminal y cruceteo incontrolado de grandes barcos.

Y, de paso, rescatarlo de las mafias internacionales y locales que han actuado a libre desde que Colón, en su segundo viaje (1494),  avistó la isla de 27 kilómetros cuadrados que llamó Mama Beata. 

La orden presidencial dispone que la zona sea área protegida categoría IV de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Un área de gestión de especies de la UICN, como describe Wikipedia, “es similar a un monumento o característica natural, pero se centra en áreas de conservación más específicas (aunque el tamaño no es necesariamente un rasgo distintivo) como una especie o hábitat identificable que requiere protección continua en el lugar”. Esta organización tiene una lista roja, desde 1964, con nombres de especies amenazadas. Es referente del estado global de conservación de especies animales, plantas y hongos.

En febrero de 2024, en una expedición de 20 días por la cordillera submarina Beata, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Mimarena) y la experticia de la Sociedad de Cetáceos del Caribe identificaron 400 especies, desde megafauna hasta microorganismos.

La nueva área ha sido considerada como espacio ideal para el desarrollo de especies marinas oceánicas de importancia para la región y la biodiversidad.

El decreto resalta que por su ubicación geográfica el perímetro representa una zona de tránsito de especies migratorias o residentes del Caribe, incluyendo varias amenazadas como grandes peces pelágicos (tiburones, atunes, dorados, picudos), aves, mamíferos y reptiles.

Destaca los aportes ecosistémicos de tal cordillera, como regulación  y secuestro de carbono; aprovisionamiento-pesca y bioprospección; soporte-afloramiento de aguas frías y ricas en nutrientes que generan una alta productividad; y servicios ecosistémicos culturales de importancia para el conocimiento y la investigación.

La ecozona cordillera Beata ha sido designada en la misma pieza del Ejecutivo como Santuario Marino Orlando Jorge Mera en honor al ministro de Mimarena asesinado a tiros en su despacho la mañana del lunes 6 de junio de 2022 por un amigo de infancia y compañero de partido: Fausto Miguel Cruz. El funcionario se acercaba a los dos años de gestión.

Orlando, para mí, era un fajador. Rendía más de la cuenta. Y era sencillo, diferente a la mayoría de sus pares, que se vuelven arrogantes, sabelotodo, viajan más de lo que trabajan, pero exhiben “grandes logros” sólo en notas de prensa y entrevistas radiofónicas y televisuales.

Días antes de su tragedia, él estaba en Pedernales supervisando las labores de control de un intenso fuego en el parque nacional Sierra Baoruco. Me escribió por WhatsApp para preguntarme: “¿Estás en tu pueblo, hoy, para reunirnos?

En lo personal, como periodista pedernalense, ciudadano mortal, no tengo objeción con la designación del santuario. Y, aunque la tuviera, de nada valdría. Es una facultad del presidente de la República. El mandatario quizá lo justificaría por el rendimiento y el dramatismo de su final a los 55 años.

Ahora bien, pienso que, más allá de su gran poder, el espíritu democrático del presidente Abinader debería anteponerse a la hora de asignar nombres a obras gubernamentales. En esta era, el consenso en la comunidad es más bonito y achicha la resistencia social.

Aguardo la esperanza de que tome en cuenta la sugerencia con las obras en proceso en el proyecto de desarrollo turístico de Pedernales, como el aeropuerto internacional, las carreteras Enriquillo-Pedernales y Aceitillar-Puerto Escondido, por sierra Baoruco. Hay nombres en Pedernales por barajar.