Israel y Hezbolá acuerdan un alto al fuego por dos meses

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, anunció que el gabinete de seguridad ha aprobado un alto el fuego en Líbano por un periodo de 60 días, aunque Israel se reserva la "libertad de acción" militar en caso de que Hizbulá incumpla el acuerdo. Durante una comparecencia, Netanyahu explicó que la duración del cese de hostilidades dependerá de las acciones del grupo chií libanés.

La propuesta, respaldada por Estados Unidos, establece tres fases: un alto el fuego inicial, seguido por la retirada de Hizbulá al norte del río Litani y el repliegue completo de las tropas israelíes en un plazo de 60 días. Posteriormente, se iniciarán negociaciones para la demarcación de la frontera entre Israel y Líbano, actualmente definida por la ONU tras la guerra de 2006.

Netanyahu enfatizó que Israel responderá con contundencia a cualquier intento de Hizbulá de armarse, reconstruir infraestructuras terroristas o lanzar ataques. Este compromiso incluye medidas militares inmediatas si se detectan túneles, misiles o cualquier actividad hostil cerca de la frontera.

La cláusula que permite a Israel mantener su capacidad de acción militar en Líbano ha generado críticas, tanto por parte del gobierno libanés como de Hizbulá. Asimismo, sectores internos en Israel, incluyendo figuras de la extrema derecha y líderes locales en el norte, expresaron preocupación por la falta de garantías para los residentes evacuados. Netanyahu aseguró que las tropas israelíes regresarían al territorio libanés si fuera necesario para garantizar la seguridad.

El primer ministro justificó la tregua como una medida estratégica para concentrarse en tres prioridades: la amenaza iraní, la renovación de las fuerzas armadas y el aislamiento de Hamás en Gaza. Según Netanyahu, la eliminación de Hizbulá de la ecuación permite aumentar la presión sobre Hamás, facilitando la liberación de rehenes en Gaza.

Netanyahu también destacó los logros alcanzados durante el conflicto en Líbano, incluyendo la eliminación de la cúpula de Hizbulá y la destrucción de gran parte de su arsenal e infraestructura. "Hemos hecho retroceder a Hizbulá miles de años", aseguró, señalando que estos resultados, impensables hace años, son fruto de una estrategia cuidadosamente planificada.

El conflicto en Líbano ha dejado más de 3,500 muertos, según Netanyahu, quien afirmó que Israel ha logrado sus objetivos tanto en este frente como en su ofensiva paralela en Gaza.